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| Jach. Sobrinos. 2002, óleo sobre tela, 8.4x15.6 cm. |
El pintor no debe pintar lo que ve, sino lo que será visto.
Paul Klee
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| Jach. Paola o "burbuja", bolígrafo /papel, 10.7 x 7 cm. |
Solía dibujar en la oficina haciendo apuntes a los compañeros de trabajo quienes a veces me pedían que los dibujara, si lo hacia (ya que dependía de la cercanía de los lugares que nos asignaban) no les daba el dibujo sino una foto de la imagen. Ante esto una compañera me cuestiono por que no había realizado su retrato, que es más si lo realizaba me lo pagaría, a lo que respondí que lo haría cuando tuviera la oportunidad de sentarme cerca de ella. Cuando lo hice y se los mostré me increpo diciéndome "estoy demasiado gorda" y me lo regreso; otro compañero que alcanzo a oírla sonrió.
II
"El burgomaestre de una pequeña población flamenca le encargó un retrato a Rembrandt. El pintor holandés aceptó el encargo de buen grado.
Trabajó durante unos días en dicho retrato y cuando el hombre fue a buscar el cuadro quedó disgustado con el resultado final. Veía poco realismo en la obra del pintor, por lo que pidió al artista que lo retocara.
El artista aceptó rehacer su obra e instó al burgomaestre a recoger el cuadro unos días después. Llegada la fecha acordada, el cliente entró en el estudio del pintor y llamó su atención una moneda que había en el suelo. Con disimulo se agachó a recogerla, pero no pudo, ya que había sido pintada por Rembrandt. El hombre comprendió la genialidad del pintor y se llevó el cuadro a su casa sin tan siquiera mirar si el resultado final era de su agrado." (1)
Trabajó durante unos días en dicho retrato y cuando el hombre fue a buscar el cuadro quedó disgustado con el resultado final. Veía poco realismo en la obra del pintor, por lo que pidió al artista que lo retocara.
El artista aceptó rehacer su obra e instó al burgomaestre a recoger el cuadro unos días después. Llegada la fecha acordada, el cliente entró en el estudio del pintor y llamó su atención una moneda que había en el suelo. Con disimulo se agachó a recogerla, pero no pudo, ya que había sido pintada por Rembrandt. El hombre comprendió la genialidad del pintor y se llevó el cuadro a su casa sin tan siquiera mirar si el resultado final era de su agrado." (1)
III
Te pueden llegar a pedir un retratos y puede implicar una batalla con la persona que hace el encargo: "un poco mas aquí" "menos acá" "si miras la foto veras que..." "un poco menos" o bien una lista con un bosquejo donde se marca con una cruz las "imperfecciones". Menciona Gustave Flaubert (escritor francés conocido principalmente por su primera novela publicada, Madame Bovary) "Me dedico al arte porque me divierte, pero no tengo fe en lo bello" y es que la belleza es subjetiva.
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